martes, 30 de noviembre de 2010

¿POR DÓNDE ÍBAMOS?


Sigamos hablando, tu y yo somos diferentes.
Sentados sobre el cuarto movimiento de la ley innata seleccionamos los claros de cielo y los respiramos.
Un día tan ámbar como el trasluz de un vaso de cerveza compartido nos dejamos enredar.
Cruje la madera húmeda en este puerto de piratas y el sabor bucanero de la espuma sazona el dolor de las grietas.
Seducido por la conversación de tu cigarro me convierto en frase célebre de prematuro licenciado en amistades.
Los marineros ya abandonaron las barcas, ahora surcan por nosotros, salpicando de olas nuestro dicurso.
Empujamos el firmamento hasta hacerlo estallar ahí arriba, contra la nada que todo lo ve. Esto sí es vida.
Acorralamos las intenciones de los dioses, cautivamos mitos, abanderamos revoluciones hasta devolver el rojo original a un cielo disfrazado de naranja filibustero.
No podemos tambalear, como al taburete que cojea le endoso un papelillo a tus palabras para que nos sigan siendo útiles, firmes.
Se que tu lado de la mesa es el final de la tierra y que mi bahía sigue financiando tu descubrimiento.
Desentumecemos la tarde marinera para volverla a contagiar de nuestro cruce de piernas eterno.
A carcajadas, no puede ser de otra manera. Salud!
Sigamos hablando, ¿por dónde ibamos? ah si, tu y yo somos diferentes...


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