martes, 30 de noviembre de 2010

¿POR DÓNDE ÍBAMOS?


Sigamos hablando, tu y yo somos diferentes.
Sentados sobre el cuarto movimiento de la ley innata seleccionamos los claros de cielo y los respiramos.
Un día tan ámbar como el trasluz de un vaso de cerveza compartido nos dejamos enredar.
Cruje la madera húmeda en este puerto de piratas y el sabor bucanero de la espuma sazona el dolor de las grietas.
Seducido por la conversación de tu cigarro me convierto en frase célebre de prematuro licenciado en amistades.
Los marineros ya abandonaron las barcas, ahora surcan por nosotros, salpicando de olas nuestro dicurso.
Empujamos el firmamento hasta hacerlo estallar ahí arriba, contra la nada que todo lo ve. Esto sí es vida.
Acorralamos las intenciones de los dioses, cautivamos mitos, abanderamos revoluciones hasta devolver el rojo original a un cielo disfrazado de naranja filibustero.
No podemos tambalear, como al taburete que cojea le endoso un papelillo a tus palabras para que nos sigan siendo útiles, firmes.
Se que tu lado de la mesa es el final de la tierra y que mi bahía sigue financiando tu descubrimiento.
Desentumecemos la tarde marinera para volverla a contagiar de nuestro cruce de piernas eterno.
A carcajadas, no puede ser de otra manera. Salud!
Sigamos hablando, ¿por dónde ibamos? ah si, tu y yo somos diferentes...


sábado, 26 de junio de 2010

INVISIBLES


Olvidé mi identidad para comprender tu nombre y me abrazaste con tanta fuerza que nos volvimos invisibles. Nadie lo entenderá, por eso es así de nuestro, así de perfecto.
Qué importa lo que digan los corazones en minúscula si no han encajado jamás a la izquierda de un pecho. Somos únicos, tú por serlo, yo por intentar dibujarte con palabras.
De cuclillas rodeo el reloj del que (de)pende nuestro anonimato, tejida de luz nuestra mañana se deshilacha hasta volvernos reales. No dejes de mirar de cerca las grietas de mis labios, acércate como si alguna vez hubiesemos existido de verdad. Nos recordarán por desaparecer para siempre.
Para tí si soy, nos estiramos en direcciones opuestas y nos hacemos libres.
Tu madurez no tuvo infancia si pretende ser honesta consigo misma,
pero tu sonrisa se torna siempre más sólida que la mismísima fe.
Disculpa si aún no te he dicho que al otro lado de mis manos se siguen extinguiendo las caricias que no te he dedicado.
Sin censuras, seremos leyenda cuando todos quieran entender lo que no les ofrezco.
Me eclipso al ritmo que impone el secundero de tus lucubraciones y no exigo nada a cambio, me dejaré llevar, prefiero remolino de callejón que placa de avenida.
En tí sencillez es arte imantado, hay más verdad en uno de tus atajos que en todas las macetas que enredan mis balcones. A veces trepas como un caracol hasta mi azotea, te espero tocando guitarras de una cuerda para hacerte el trayecto más fácil. Me basta con imaginar el resto de acordes que creas para nosotros, sabes que sólo dejaré de escribir cuando comience a sonar tu canción preferida.

jueves, 4 de febrero de 2010

NUDOS DE BUFANDA


Al fin...
Me prescribiré sin receta, hoy puedo salirme rentable.
Se acabó el papeleo y se acabó el trámite de mí con el resto.
No soy un producto conspicuo, pero me diseñé para un día ser capaz de admirarme, de elegirme. ¿Por qué no?, de entre todos, no sería tú, ni un reflejo de tí, o peor, un espejo imperfecto de mí.
Ahora soy mucho más de lo que dice el cómputo de lo que fuí y de lo que creían que era.
Caminé contra la rotación natural para evitar la noche y el amanecer acabó abrasándome los pies. Es lo que tiene ir contra la lógica, andar descalzo y que el mundo sea redondo.

Todo cambió. Frené la inercia normal, la tendencia pendular preestablecida y acogí la ablución inminente.
Dejé de contradecir para poder pensar, siéndome hombre, siéndome justo.
Me había empeñado en evitar lo que no quería querer y no en lograr lo que quería querer. Parecía igual, pero no lo era.
No sale tan caro compartirse uno mismo cuando hacemos que la tierra deje de girar,
atamos el columpio al árbol y elegimos cúal debe ser el movimiento siguiente: -hacia delante, hacia atrás-, armónico el resultado arqueado de mis piernas ahora.
La sinfonía equilibrada se autocrea en el pentagrama de mis rodillas, vira el sentido de un nuevo ciclo.

Hay medias con carreras perfectas y hay prisiones con nudos de bufanda,
también palabras más estrechas que la separación entre los pilares que sujetan todo lo que existe,
de lo que es bueno y es malo, de lo que parece serlo y de lo que yo mismo considero recto o torcido.
No se declina la balanza porque me sitúo en el mismo centro del todo.
- Hoy es el día, hoy es el instante- y no es que esté en él, sino que lo he creado yo.



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